Qué son
las batatas
La batata es una planta originaria de las Antillas, desde cuyas
islas fue llevada a Europa por los exploradores españoles. Los nativos, en taíno (lengua
de Haití) la denominaban batata, pero Pedro de Anghiera, un italiano
al que los Reyes Católicos habían encargado la crónica de los hechos de la colonización, le
adjudicó el nombre de vegetal boniato, es decir, bueno o comestible.
Efectos sobre el organismo
Las batatas son un alimento excelente, parecido a las patatas pero
más azucarado y más nutritivo. Tienen la ventaja de ser más ricas en vitaminas y más
fáciles de digerir.
La digestión
de estos vegetales se hace en tres tiempos. En primer lugar, la tialína, principio
activo de la saliva, transforma la fécula en
dextrina y la predispone para la digestión gástrica. Se comprende, por tanto,
la gran importancia que tiene el masticar y ensalivar bien este alimento.
Al llegar al estómago, el ácido clorhídrico lo desintegra en
parte y disuelve la pectina. Este proceso es completado en el duodeno. Después los
fermentos digestivos penetran en el interior de las células, transformando
su contenido en sustancias capaces de atravesar las paredes del intestino
y pasar a la sangre.
Normalmente, este proceso tiene efecto en el intestino delgado,
sobre todo por acción de la amilasa pancreática, pero su realización no siempre resulta
fácil y, en general, el organismo aprovecha defectuosamente algunos componentes
nutritivos, que se pierden por las heces. Puede calcularse que quedan sin absorber un 13 %
de sus proteínas y un 7 % de su almidón, más difícil de digerir que el de los cereales
y de los plátanos.
En cambio, las batatas tienen sobre las verduras la ventaja de
disgregarse con más facilidad, por lo que recargan menos el trabajo del estómago. Su
contenido en hemicelulosa, más blanda que la celulosa, las hace menos irritantes para el
intestino. En cambio, y sobre todo si no se mastican suficientemente, dejan restos de
almidón que, al llegar al intestino ciego, fermentan con facilidad.
Quién
NO debe comerlas
Por esta última razón, las batatas se hallan contraindicadas en
personas que sufren de dispepsias de fermentación. Por su riqueza en almidón y azúcar
son también prohibidas a los diabéticos.
Las
personas obesas deben comerlas en muy poca cantidad o abstenerse de ellas.