Antíguamente era muy común que las mujeres llevaran la calabaza a asar al horno del pueblo. Es un gran alimento, muy sano y digestivo y además con efectos laxantes. Su cocción es lenta, pero vale la pena.
- Precalentar el horno a 160ºC. Lavar una calabaza y partirla en dos mitades.
- En una bandeja de horno, colocar un papel de aluminio.
- Poner la calabaza al horno durante, al menos, hora y media (depende del horno y el tamaño de la calabaza).
- Si eres más goloso/a se puede espolvorear con azúcar moreno, si no es así se deja al natural.
- Ir verificando la coción con un tenedor. Cuando el tenedor no encuentra resistencia, ya está.