La cebolla podemos encontrar fácilmente todo el año, aunque en invierno agradeceremos los caldos por el hecho de tomarlos calientes. La cebolla favorece la eliminación de líquidos en exceso dentro del cuerpo. Herviremos dos o tres cebollas en un litro y medio de agua durante media hora. Iremos tomando el caldo también entre comidas o bien media hora antes de comer. Lo podemos salar con un poquito de sal marina.