Las zanahorias ayudan a prevenir el envejecicimiento y nos mantienen más sanos y fuertes. Los carotenos, protegen nuestras arterias y nos mantinen jóvenes durante más tiempo. Su presencia, garantiza la buena salud de la visión, impidiendo la formación de cataratas. Además contribuyen al buen estado de la piel, los dientes y las encías.
Las zanahorias ayudan a mantener la salud intestinal. El zumo de zanahoria elimina las lombrices intestinales. Consumir habitualmente este zumo ayuda a mantener el intestino libre de parásitos. Las zanahorias son buenas para evitar el estreñimiento, previniendo la aparición de cáncer de cólon. Al mismo tiempo por su riqueza en pectinas, ayuda a combatir la diarrea, siendo muy indicadas para la diarrea infantil.
Las zanahorias disminuyen el colesterol y previenen la arterioesclerosis.
Las zanahorias ayudan a mantener la salud de la piel.
Las zanahorias en la cocina. Para aprovechar toda su riqueza es mejor tomarlas crudas, en ensaladas o acompañadas de otras frutas y verduras. Con estómagos delicados puede tomarse en forma de zumos. La zanahoria cruda, rallada y con un poquito de limón abre el apetito por lo que es aconsejable para combatir la anorexia.