Ingredientes:
3 puerros grandes, finamente picados (la parte blanca y verde clara)
3 cucharadas de mantequilla
3 cucharadas de harina
1/2 taza de leche + 3 cucharadas
1 taza de queso gruyere rallado o queso parmesano
2 hojas de tomillo fresco
3/4 cucharaditas de sal
1/2 cucharadita de pimienta
2 huevos batidos
2 taza de pan rallado
aceite vegetal
Preparación:
En una sartén grande derrite dos cucharadas de mantequilla. Agrega los puerros y cocina durante unos 8 minutos o hasta que comiencen a dorarse. Agrega una cucharada de manteca y deja fundir. Agrega la harina y luego la leche. Combina bien. Reduce a fuego bajo y agrega el queso, el tomillo, la sal y la pimienta hasta que esté todo bien combinado. Transfiere esta preparación a un molde mediano y deja refrigerar durante una o dos horas.
Con tus manos forma 24 pequeñas bolas. Colócalas en una superficie plana y luego transfiere a un freezer durante 15 minutos para que se afirmen.
En una sartén grande agrega aceite y deja calentar bien. Mientras tanto hunde cada bola en los huevos batidos y luego en el pan rallado (de forma de cubrir bien). Fríe las croquetas en tandas hasta que estén doradas. Quita del aceite y coloca sobre una toalla de papel para quitar el exceso de aceite. Sirve caliente.
Thermomix:
Poner el puerro en el vaso y trocear con 5 golpes de turbo. Añadir el aceite con la mantequilla. Programar 3 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4.
Añadir la harina y programar 3 minutos, 100º, vel. 2.
Incorporar la leche, la nuez moscada, la sal y mezclar 10 segundos, velocidad 6.
Agregar el queso y programar 7 minutos, temperatura varoma, velocidad 4.
Dejar enfriar en la fuente.
Poner el puerro en el vaso y trocear con 5 golpes de turbo. Añadir el aceite con la mantequilla. Programar 3 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4.
Añadir la harina y programar 3 minutos, 100º, vel. 2.
Incorporar la leche, la nuez moscada, la sal y mezclar 10 segundos, velocidad 6.
Agregar el queso y programar 7 minutos, temperatura varoma, velocidad 4.
Dejar enfriar en la fuente.
Tengo que advertir que es una masa sólida, que despega
bien de las manos a la hora de manipularla y que no os asustéis porque en un
principio parezca dura, eso es por el queso. En cuánto se fríen, quedan jugosas
por dentro.